dilluns, 29 de desembre del 2014

La arquitectura maravillosa: los castillos


Cuando nos acercamos por primera vez a las novelas de caballería nos encontramos con: la frontera. La frontera es el umbral que separa el “mundo real” (regido por las leyes del orden y los valores propios del mundo de la nobleza: Fortaleza, Valor, Honor, Honestidad, Justicia, Amor…) del “mundo fantástico” (donde el caos prima como ley principal). Cuando el héroe cruza el umbral se siente fuertemente violentado por la falta de valores, así que luchará por la justicia y el bienestar de los más desfavorecidos. Esta marcha se comprende como un “viaje iniciático” en el que el héroe atraviesa varias pruebas y sobresale su papel en las batallas. 


En este mundo nuevo y fantástico encontramos la “arquitectura maravillosa”. Estos los comprenderemos como espacios mágicos como castillo o palacios, cuevas o grutas. El papel de estos lugares es dar importancia y cuerpo a las fuerzas mágicas. En ellos tiene cabida todo tipo de elementos fantásticos, desde objetos mágicos hasta monstruos o fantasmas, pasando por dragones y brujas. 




Nosotros nos centraremos en la imagen del castillo que, aunque exteriormente pueda representarse  como un palacio o fortaleza, se rige por las leyes caóticas e incomprensibles de la magia. Existen muchos tipos de castillos. Pero nosotros nos centraremos en aquellos que esconden espacios infernales, como el Castillo de Roquedo. Aquí el trayecto que el héroe recorre hacia el centro de este tipo de castillo conlleva una sucesión de pruebas. Estas irán aumentando su dificultad a media que el caballero vaya avanzando hacia el interior, lo cual se refleja en el progresivo aumento de la fuerza de los adversarios. No es difícil encontrar escenas de luchas entre el héroe y un dragón o un gigante como representación de las fuerzas del inframundo.




En ocasiones, estos palacios sirven de prisión a damas y caballeros. Uno de los ejemplos más famosos lo encontramos en el Amadís de Grecia, el cual guarda un encantamiento destinado a ocultar a la bella doncella Niquea. Pero para que la doncella sea liberada, el caballero deberá pasar una larguísima prueba amorosa que se despliega a lo largo de toda la arquitectura del castillo. 





Cuando el caballero conquista el castillo encantado, se revalida y se restablece el orden social. Por ello no es extraño que en la descripción se resalte la riqueza de su construcción y los materiales utilizados para su elaboración (jaspe, alabastro, piedras preciosos, minerales, oro…). Los antecedentes de estos palacios se encuentran:



-          en los palacios de la tradición grecolatina como es el caso del Asno de Oro de Apuleyo


-          en las alegorías arquitectónicas medievales de presentes por ejemplo en el Roman de la Rose de Jean de Meung y Guillame de Lorris


-          en los palacios maravillosos de la tradición bizantina y oriental


-          en los castillos de la tradición artúrica



Los autores de la época utilizaban esta arquitectura maravillosa para sorprender a sus lectores. No sólo buscaban deslumbrarlos con la fastuosidad de la construcción o las aventuras extraordinarias del héroe, sino también con lo maravilloso mecánico. Es decir, la descripción de una serie de objetos cuyo funcionamiento no tiene explicación razonable posible. Fruto de esta ornamentación encontramos: estatuas parlantes, figuras mecánicas que danzan, autómatas en cuyo pecho se puede ver reflejada la imagen de la figura amada, presencias que se esfuman, manos que vuelan sin brazos…



 

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